Desde los tiempos más remotos, las aguas del Ebro fueron surcadas por los diversos pueblos que han hecho estancia: íberos, fenicios, cartagineses, romanos ... Las naves eran empujadas por la fuerza favorable de la corriente de agua y los vientos o ayudadas por los hombres de fuerza y ​​empuje que, con el daliniano al frente, empujaban los laúdes estableciendo un camino secular. En la comarca de la Ribera d'Ebre, aún se conservan tramos importantes de este camino de Sirga, pero la oferta que hoy ofrecemos es poder desplazarse al igual que hacían los llaguters por la orilla del río, aunque, en este caso, por una red de caminos y de carreteras que bordean todo el Ebro y que permiten disfrutar de los más de 40 km de río de la Ribera d'Ebre. Mediante este itinerario llamado "Camino de Sirga", se puede conocer la comarca de la Ribera d'Ebre, que ha recuperado el protagonismo de su río como núcleo de desarrollo turístico de la zona con el proyecto de navegabilidad. Se tienen magníficas panorámicas, de las que destacan, además de la de Berrús, el mirador de Flix, las bóvedas de la carretera de Ascó a La Fatarella, el Mal Pas de Ascó, San Miguel de Vinebre, la Roca de la 'Ortiga del Pas de l'Ase, el Tormo de la Torre del Espanyol, el castillo de García, el castillo de Mora de Ebro, San Jerónimo desde la punta de la Picossa, el Castellet de Banyoles, la Baranova de Tivissa, el castillo de Miravet, Santo Domingo de Rasquera, etc. Rasquera. Iniciamos el itinerario en el municipio de Rasquera-se llega desde Móra d'Ebre tomando a mediodía el Eje del Ebro (carretera C-12) -, que cuenta con calles típicas. Encontraremos artesanía de palmito, con la que se hacen cestas, capazos y escobas, el trabajo con la madera de boj también había sido habitual entre los pastores rasquerans. La pastelería tradicional también está presente en Rasquera, cabe mencionar los pastissets y las cajitas, magdalenas hechas con almendra y clara de huevo. En el término municipal de esta población, se puede visitar la Cruz de Santos (941 m), cima culminante de la sierra de Cardó, y se puede acceder al antiguo balneario de Cardó. Continuando hacia el N por la C-12 por la orilla oriental del Ebro, tenemos dos opciones: seguir hasta Ginestar o cruzar el río Ebro mediante el paso de barca de Miravet, que mantiene la tradición de pasar de una orilla del río a la otra. Dos embarcaciones (laúdes en este caso), sobre las cuales se ha puesto una plataforma de madera, recuerdan la historia de l'Ebre. Ginestar. Si nos llegamos a Ginestar, actualmente todavía encontraremos artesanía de la caña y podremos ver la iglesia parroquial de Sant Martí, de la primera mitad del siglo XVIII. Miravet. Volviendo al paso de barca de Miravet, llegamos hasta el pueblo situado en la orilla derecha del río y del que cabe destacar la visita al castillo, último bastión de la Orden del Temple en Cataluña y que cuenta con un templo románico. Es agradable pasear por el casco antiguo, con calles típicas y que cuenta con la iglesia vieja. Miravet tiene una importante tradición artesanal: los alfareros o alfareros siguen haciendo su tarea en el barrio llamado de los alfareros, situado en la entrada de la villa. También existe la posibilidad de hacer excursiones en barca por el río Ebro hasta Xerta y disfrutar de la belleza de este recorrido aguas abajo. Desde Miravet, se sigue en dirección NE por la T-324 hasta Benissanet. Benissanet. Se puede ver uno de los museos de instrumentos musicales más importantes de Cataluña, propiedad de Josep Serra i Castellví, que acoge más de 150 instrumentos de viento y cuerda. Siguiendo hacia el N por la misma carretera, llegaremos a Móra d'Ebre. Móra d'Ebre. Capital de la comarca de la Ribera d'Ebre. Podemos encontrar las ruinas del castillo; la ermita de San Jerónimo, lugar ideal para hacer acampada; calles típicas alrededor del castillo, el convento de las Mínimas, el conocido puente de arcadas sobre el río Ebro y el club náutico, donde se desarrollan actividades típicas del río como la regata de muletas el mes de agosto con motivo de la Fiesta Mayor de la villa. Se cruza el Ebro por el puente y se accede en Móra la Nova. Móra la Nova. Villa donde destaca la ermita de San Pablo y los establecimientos de restauración donde se puede encontrar la cocina popular con la tradicional clotxa (un buen corteza de pan vaciado de miga y relleno con tomate, pimiento asado, arenque y aceite de oliva). Nos desplazamos hasta Tivissa cogiendo las carreteras C-12 y C-44 en dirección SE. Tivissa. Antes de llegar al núcleo urbano, encontraremos el Castellet de Banyoles, antiguo poblado ibérico donde se han encontrado importantes piezas de orfebrería llamadas el "Tesoro de Tivissa". En el pueblo, podremos ver una iglesia gótica dentro de la renacentista, pasear por calles típicas y, en las afueras, visitar las pinturas rupestres (en las cuevas del barranco de la Fuente de la Vilella). Otra posibilidad es ir hasta Llaberia y contemplar su iglesia románica. También podemos visitar los pueblos de Darmós y La Serra d'Almos. Se deshace el camino por la misma carretera y, a partir de Móra la Nova, se continúa hacia el N por el Eje del Ebro (C-12), a García. Garcia. Población en la que se encuentran las ruinas del templo viejo. También hay que visitar la ermita de Santa Magdalena, situada bajo una inmensa roca que la protege. Ofrece una vista incomparable. Por la misma C-12 en dirección N, se va hacia Vinebre. Vinebre. Se encuentra un mirador privilegiado: es el poblado ibérico de San Miguel, en el que se localizó una importante pieza arqueológica (la Estela Funeraria de Vinebre). En el interior del municipio, se puede visitar la Casa Museo de San Enrique de Ossó, fundador de las Teresianas. De Vinebre vamos hacia levante hasta la Torre del Espanyol por la carretera T-714. La Torre de l'Espanyol. Cuenta con una colección de monedas romanes al Ayuntamiento, halladas en la zona de la fuente de n'Horta (fuente romana). Hay que contemplar la iglesia de estilo neoclásico y con detalles de estilo barroco. Se deshace el camino hasta Vinebre y, tomando la C-12 a poniente, llegamos a la villa de Ascó. Ascó. Hay un importante núcleo antiguo, exponente de un pueblo de moriscos en la comarca, las ruinas del castillo templario, un campanario románico y un templo con el ábside gótico. Sin dejar el Eje del Ebro (carretera C-12), nos desplazamos hacia el norte y llegamos a la villa de Flix. Flix. Hay visitar sus ruinas del castillo, el templo gótico de Santa María; la ermita del Remei, restaurada y de estilo barroco parcialmente excavada en la roca, el pino de Montbrió, que es uno de los árboles monumentales del país, la toma y central hidroeléctrica, la barca y, en el Ebro, el paraje natural de Sebes, importante núcleo de bosque de ribera. De Flix iremos más al O hasta Riba-roja d'Ebre por la carretera T-741. Riba-roja d'Ebre. Encontraremos un paso de barca, un club náutico donde se desarrollan deportes de río como la práctica de la pesca del siluro, que constituye una atracción para muchos pescadores, y el mirador de la Pena. Destaca por su monumentalidad la iglesia de San Bartolomé. También podemos visitar las ermitas de Santa Madrona y de Berrús, esta última desplazada de su ubicación anterior y levantada de nuevo, piedra a piedra, sobre una colina que domina el embalse y una panorámica amplísima. Es también recomendable hacer una visita al Museo Etnológico. Se vuelve a Flix, desde donde vamos en dirección NE, por la carretera C-233 primero y la T-703 después, hasta La Palma d'Ebre. La Palma d'Ebre. Se contempla la iglesia románica del s. XII, la prisión medieval y un pino gigantesco. Fin del itinerario. Lugares emblemáticos Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción Pi geganti Prisión medieval Comarcas: Ribera d'Ebre Distancia: 97.0 km Señalización: Sí Duración: 48 h Temas: Naturaleza | Cultura Tipologías: Patrimonio cultural     Ver restaurantes aqui Ver hoteles aqui Criterios de uso de las rutas Fuente: Generalitat de Catalunya. Dirección General de Turismo / Dato de actualización: 01/03/2011    

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